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¡Ocotlán de Morelos, donde el arte cobra vida!
En el corazón vibrante de Oaxaca, entre las colinas salpicadas de color y las calles adoquinadas que respiran historia, se encuentra un pueblo que late al ritmo de la creatividad y la tradición: Ocotlán de Morelos. Aquí, donde el sol acaricia las montañas y el aroma del copal danza en el aire, nace un legado de arte que ha trascendido generaciones. En este lugar mágico, cada rincón cuenta una historia, cada callejuela susurra secretos ancestrales y cada obra de arte enciende la imaginación. Es en este enclave cultural donde la figura de Josefina Aguilar, maestra del barro policromado, se erige como un faro de creatividad y una guardiana de las tradiciones milenarias de nuestro país.
Nuestra Historia
Josefina Aguilar se convirtió en una figura emblemática del arte popular mexicano, contribuyendo a preservar y difundir las tradiciones artesanales de su región.
Su legado perdura a través de sus obras, que se exhiben en museos y colecciones privadas alrededor del mundo, y sigue inspirando a nuevas generaciones de artistas y artesanos.
UN LEGADO DE VIDA
En el taller de Josefina Aguilar, donde el barro cobra vida y los colores danzan en cada figura, la tradición es más que un legado, es un vínculo sagrado que une generaciones. Desde que Leticia García Aguilar era apenas una niña, observaba con admiración los hábiles movimientos de su madre, absorbiendo cada secreto del oficio con ojos curiosos y manos ávidas por crear. En las largas tardes entre risas y susurros de barro, Josefina compartía con su hija no solo su arte, sino también la pasión y el amor por su tierra, Oaxaca.
Con el tiempo, Leticia se convirtió en la compañera de su madre en el taller, transformando la arcilla en obras de arte que resonaban con la misma esencia y vitalidad que las de Josefina. Cada enseñanza, cada gesto, era un hilo invisible que tejía un lazo indestructible entre madre e hija, entre maestra y aprendiz. Y así, con paciencia y dedicación, Josefina fue transmitiendo a Leticia los secretos ancestrales de su arte, asegurándose de que su legado perdurara en manos de su descendencia.
