Además, he tenido la oportunidad de colaborar con instituciones prestigiosas como la Fundación Harp Helú y diversas instituciones educativas, participando en proyectos que promueven el arte y la cultura oaxaqueña a nivel nacional e internacional. Estas colaboraciones han ampliado mi alcance como artesana y me han permitido compartir mi trabajo con audiencias más amplias.

Pero más allá de aprender las técnicas ancestrales de la alfarería, estos talleres son semilleros de valores, donde la perseverancia, el trabajo en equipo y el respeto por la tradición son cultivados con esmero. En cada sesión, los niños y jóvenes descubren no solo el arte de crear, sino también el arte de ser parte de una comunidad, de honrar sus raíces y de celebrar la riqueza de la diversidad cultural.